El dolor crónico y su tratamiento, una visión holística

El dolor crónico es un problema cada vez más frecuente, pero existen terapias y mecanismos que ayudan, previenen, tratan y curan esta enfermedad. Venga y descubra más sobre esta patología y cómo la medicina moderna, con sus nuevos enfoques y metodologías, está aportando una nueva visión y una nueva esperanza.

¿Qué es el dolor crónico?

El dolor crónico es una enfermedad que causa dolor y angustia generalizados y constantes, y que llena de pavor tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios que los tratan.

A menudo no hay una causa clara y los tratamientos tradicionales y los esfuerzos por controlar el dolor suelen ser infructuosos. Esto puede causar gran angustia y una sensación de desesperación.

Sin embargo, la investigación reciente y el cambio hacia un enfoque más integral del tratamiento del dolor traen esperanza. Combinando intervenciones tradicionales y psicosociales, los profesionales pueden ahora ayudar a sus pacientes a afrontar mejor su experiencia de dolor crónico.

El dolor es un tema difícil de abordar

El dolor crónico es un tema difícil de abordar. Está cargado de miedo, incomprensión y toda una serie de connotaciones y expectativas negativas. Sin embargo, se están produciendo avances significativos en diversos campos. Éstos nos permiten comprender este fenómeno y, por tanto, gestionarlo mejor.

La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (1) define el dolor como "una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada a un daño tisular real o potencial".

En los términos más sencillos, el dolor es la sensación que sentimos cuando nuestro cuerpo está lesionado o bajo amenaza de lesión. A partir de aquí, podemos suponer que suele haber una causa obvia para el dolor y que cuando el daño o la amenaza de daño se cura o se elimina, el dolor debería desaparecer. Pero, ¿y si no es así? ¿Y si no hay una causa evidente? ¿Y si la causa no puede eliminarse?

Es entonces cuando empezamos a hablar de dolor crónico. Este tipo de dolor no tiene necesariamente una causa obvia que pueda tratarse o resolverse. Puede durar meses o incluso años. Afecta a la calidad de vida de quien lo padece y suele ir acompañado de múltiples enfermedades asociadas. Como puedes imaginar, esto puede conducir a un ciclo de dolor, estrés y depresión.

El Hospital John Hopkins de Estados Unidos denomina a este ciclo la terrible tríada del dolor crónico: sufrimiento, tristeza e insomnio.

Las causas del dolor crónico

Las causas del dolor crónico son variadas e inciertas(2). Puede ser el resultado de una amplia gama de afecciones, lesiones, enfermedades o síndromes subyacentes, y a menudo implica una combinación de factores fisiológicos, psicológicos y sociales.

Algunas causas comunes del dolor crónico son las siguientes:

  • Las lesiones o traumatismos pueden no curarse correctamente o causar un dolor persistente incluso después de que la lesión se haya curado.
  • Las enfermedades degenerativas como la artrosis, la artritis reumatoide y la discopatía degenerativa provocan inflamación.
  • Enfermedades neurológicas como la neuropatía, la esclerosis múltiple o la fibromialgia provocan anomalías en la función nerviosa o en el procesamiento de las señales de dolor.
  • Enfermedades crónicas como el cáncer, las enfermedades autoinmunes, la enfermedad inflamatoria intestinal o la endometriosis provocan inflamación, daño tisular o afectación nerviosa.
  • Los problemas musculoesqueléticos relacionados con la tensión muscular, los puntos gatillo miofasciales o los desequilibrios en la fuerza y flexibilidad musculares provocan dolencias como el dolor de espalda crónico o las cefaleas tensionales.
  • Factores psicológicos como el estrés emocional, la ansiedad, la depresión o traumas pasados pueden causar sensibilización central, amplificación de las señales de dolor o alteración de la percepción del dolor.
  • Una predisposición genética a padecer dolor crónico o determinadas características hereditarias relacionadas con el dolor pueden aumentar la susceptibilidad a desarrollar dolor crónico.
  • Los factores relacionados con el estilo de vida, como una mala postura, un estilo de vida sedentario, una ergonomía inadecuada, la obesidad, el tabaquismo o unos hábitos alimentarios poco saludables, contribuyen al dolor musculoesquelético o agravan las dolencias existentes.
  • Y a veces puede no haber ninguna razón clínica para el dolor crónico. Cómo puede haber dolor sin causa?

Al parecer, este tipo de dolor crónico se produce como resultado de circuitos neuronales defectuosos. Los circuitos del cerebro no funcionan como deberían. O son demasiado sensibles o malinterpretan las señales que envía el cuerpo, haciendo que éste sienta dolor cuando no hay ningún estímulo físico que lo provoque.

La psicología y el dolor están estrechamente relacionados

La investigación psicológica sobre el tratamiento del dolor ha revelado varios hallazgos intrigantes que resultan útiles a la hora de tratar el dolor crónico. Algunos hallazgos especialmente interesantes son los siguientes.

La catastrofización del dolor se refiere a nuestra tendencia a aumentar el valor de la amenaza del dolor y a sentirnos impotentes ante el dolor. Los resultados de las investigaciones indican que si catastrofizamos el dolor, experimentamos una mayor intensidad de dolor, discapacidad y malestar psicológico.

Las intervenciones psicológicas dirigidas a catastrofizar el dolor han demostrado ser eficaces para reducir el dolor y mejorar el funcionamiento en individuos con dolor crónico.

El efecto placebo

Se trata de un fenómeno (3) que se produce cuando se experimenta una reducción del dolor o una mejora de los síntomas tras recibir un tratamiento inactivo que se cree real.

La investigación psicológica ha explicado algunos de los mecanismos que subyacen al efecto placebo, como el papel de las expectativas, el condicionamiento y la liberación de opiáceos endógenos en el cerebro que ayudan a controlar el dolor.

Neurociencia y dolor crónico

La neurociencia y el estudio de la neuroplasticidad (4) han revelado que el cerebro tiene una notable capacidad para reorganizarse y adaptarse en respuesta al dolor.

Intervenciones como la fisioterapia, el entrenamiento cognitivo y la meditación de atención plena pueden provocar cambios estructurales y funcionales en el cerebro que pueden reducir la percepción del dolor y mejorar los resultados del tratamiento del dolor.

Intervenciones basadas en la atención plena

Se ha demostrado que estas intervenciones reducen la intensidad del dolor y mejoran la calidad de vida al alterar la actividad cerebral y mejorar las habilidades para afrontar el dolor.

Los cambios en la actividad cerebral asociados a la práctica de mindfulness pueden mejorar los factores psicológicos que influyen en cómo se experimenta el dolor, como la aceptación del dolor y la regulación emocional (5).

Estos resultados subrayan la importancia de los factores psicológicos en la percepción del dolor y el potencial de las intervenciones psicológicas para complementar los tratamientos tradicionales. De hecho, podría afirmarse que, dados los resultados de las investigaciones anteriores, las intervenciones psicológicas son parte integrante de un tratamiento eficaz del dolor.

Un enfoque combinado para tratar el dolor crónico se está convirtiendo rápidamente en la regla de oro. No es de extrañar, dado que se trata de un problema sistémico que requiere un enfoque holístico y sistémico. Combinar los enfoques tradicionales con la psicología permite un enfoque más integral del alivio del dolor.

Los métodos tradicionales, como la medicación y la fisioterapia, abordan los aspectos fisiológicos del dolor, mientras que las intervenciones psicológicas se centran en los componentes emocionales y cognitivos.

La inclusión de intervenciones psicológicas en las estrategias de tratamiento del dolor ayudará a los pacientes a desarrollar estrategias de afrontamiento, gestionar la angustia relacionada con el dolor y replantear los pensamientos negativos sobre su enfermedad. Este enfoque integrado no sólo reduce la intensidad del dolor, sino que también mejora el bienestar general y la calidad de vida de las personas que padecen dolor crónico.

El dolor crónico afecta cada vez a más jóvenes y es esencial un enfoque rápido para prevenir y tratar el problema

Referencias:

(1) ¿Qué es el dolor?

(2) Las causas del dolor crónico

(3) El efecto placebo

(4) Neurociencia y dolor crónico

(5) Mindfulness y dolor crónico

Imágenes del artículo por cortesía de Freepick

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